MAESTRO
Apoteosis de Jose Tomas en la Feria de Algeciras
El Cid cortó 3 orejas
José Tomás borda el toreo en Las Palomas con un encierro manso de Algarra, corta dos orejas y sale a hombros junto a 'El Cid', que logra tres trofeos con el mejor lote.
Llegó la tarde de José Tomás, y el viento de levante no se lo quiso perder. Era la tarde más especial de cuantas se han anunciado en los carteles de la Feria Taurina de Algeciras. Respondió el público con el cartel de no hay billetes puesto en las taquillas desde poco antes de que comenzase el festejo a las siete y media de la tarde.La tarde fue un compendió de toreos distintos y en los que José Tomás marcó las diferencias. Cinco años más tarde está cuajado y los aficionados se llevaron momentos difícilmente repetibles. El Cid cortó tres orejas de mucha profesionalidad y fue el triunfador de una tarde de profunda satisfacción.Abrió plaza el torero colombiano César Rincón en el año de su despedida de los ruedos, lo que hizo que la afición algecireña estuviese especialmente cariñosa, y eso que no tuvo suerte con el lote. Le tocaron dos toros con poca calidad, sin fijeza y que gazapeaba, que no permitió ningún tipo de lucimiento. Ha sido la mala suerte del colombiano en sus últimos años en Algeciras. El torero llegaba tras su vuelta de tierras sudamericanas. En su última comparecencia en plazas españolas estuvo fráncamente bien en Sevilla, y ayer demostró que se quiere ir a lo grande. Aún así no está del todo bien tras la lesión en las costillas producida en Sevilla.El colombiano se encontró uno de los problemas que fue tónica dominante durante toda la tarde, el viento.Además se encontró un toro de Algarra complicado, rajado y que carenció en tablas muy pronto. No ayudó que el viento que soplaba que obligaba a llevar la faena a unos terrenos impropios para ese tipo de toro, en los tendidos del 7.El toro, sin calidad por ninguno de los pitones se defendió en esos terrenos y fue a más en peligrosidad y César Rincón tuvo que tirar de oficio. Además el colombiano sólo llevó una vez al caballo al toro y éste en todo momento tuvo una embestida brusca.Mató bien por alto y acabó pronto con la faena, que tuvo profesionalidad e incertidumbre dentro de un marco de profesionalidad, pero sin llegar a los tendidos, donde sí se vio el peligro del toro. Aplausos en el primero.De lo mejor del primer toro, un majestuoso par de banderillas que puso uno de los hombres de plata de Rincón que debió desmonterarse para recibir una cerrada ovación.En el segundo suyo se repitió la historia que en el primero de manera milimétrica, toro, condiciones y mansedumbre. La única diferencia fue la ovación que el público, de manera acertada, le brindó al final de su faena como homenaje a su trayectoria a la maestría durante años de profesión. José Tomás, cumbreJosé Tomás apareció en el segundo toro. La expectación era tremenda en los tendidos, que se habían llenado de ilusión tras lo visto una semana antes en Barcelona con los destellos del torero de Galapagar.Bizconde, toro número 8 de Algarra con casi 500 kilos fue su primer oponente. Recibió enganchando y encelando pronto al toro, y marchándose a los medios con quietud. Para empezar, buena tarjeta de presentación con el capote. Ya con la muleta el toro se acobardó ante el poderío de la muleta que tenía por delante. El toro fue violento en la embestida, sin humillar y todo lo tuvo que poner el torero. Aguantó al toro toda la faena en los medios incluso probando un pitón izquierdo que no tenía ni un muletazo.Terminó con aplauso una faena de querer, buenos destellos pero no poder cuando no hay toro enfrente. El público, que seguía entregado así lo entendió. En su segundo toro el público siguió volcado y entregado a la torería en cada uno de los detalles, especialmente en el quite tras el tercio de varas. Con el capote estuvo sensacional, como hace tiempo no se veía en Las Palomas.Con la muleta toreó despacio, con pureza y haciendo que el tendido crujiera en una faena de hondura, dando incluso la ventaja al animal. Sublime en muchos momentos. La faena era de dos orejas y rabo, pero al entrar a matar pinchó. Alargó la faena con una tanda de manoletinas y dio una estocada hasta la bola que hizo rodar al toro. Se concedieron dos orejas y se pidió incluso el rabo. El Cid, como en casaLa tarde la cerró Manuel Jesús 'El Cid'. Torero sobrio pero profundo en sus maneras que volvió a gustar en su vuelta al ruedo algecireño. Es un torero que reconoce sin problema de ningún tipo que Algeciras es para él especial, por lo que llega con unas ganas especiales. Recibió bien a un toro más alto que sus hermanos, bien armado y con mejores hechuras que habían salido antes. Buen recibimiento con el capote. Se fue a los medios para brindar el primer toro a los aficionados que aún se acordaban del último toro de la feria del año anterior que salvó una serie de corridas que no llegó a llenar a los aficionados. La faena tuvo trasmisión ante un toro que se movió y que rompió para delante buscando la muleta con cierta codicia. La faltó atemperarse, pero sí tuvo transmisión en los tendidos, que brindaron más de una ovación cerrada. Gustó la faena del torero sevillano, que toreó con hondura y muy despacito. Mató de estocada un poco tendida pero bien situada. Se trabajó los triunfos ante un toro con trasmisión y los pañuelos hicieron acto de aparición en los tendidos. Dos orejas se llevó de manera merecida, por que lo puso todo.Puso muy alto el listón con esta faena a César Rincón y José Tomás, que toreaban a continuación, por lo que se calentaba la tarde, aunque hubiese que echar en ese momento mano de la rebeca por el viento fresco que corría.En su último toro estuvo serio y firme y se llevó una tercera oreja en su cuenta particular que le hizo acabar como triunfador de la tarde, aunque los mejores planes los dejó sin duda José Tomás.De este modo se cierra una de las tardes más esperadas de la Feria Taurina de Algeciras, en la que se pusieron muchas de las esperanzas de los festejos.
Cronica del Diario Sur Digital
Foto de Europa Sur.
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