ARENAL 2000
El año de penitencia de Sandokán
EXTRACTO DEL ARTICULO PUBLICADO AYER EN ABC
Todo cambió aquella mañana bañada por el sol tibio de junio. Ajeno a la tormenta que se fraguaba sobre su cabeza, Rafael Gómez Sánchez se acostó bajo las sábanas cálidas de su chalé de Sansueña siendo el envidiado «self-made man» de ávido olfato para los negocios y se levantó como si fuera un vulgar delincuente. Rehén de su estrategia de empresario desprendido y suicida, cautivo de su amistad peligrosa con el urdidor de la trama marbellí, el ex gerente de Urbanismo Juan Antonio Roca, en cuyas agendas aparecieron las iniciales de su nombre de pila, «Sandokán».
Aquel fatídico 27 de junio de hace un año, el «tigre» de Cañero dejó de rugir. Esposado y roto en un convulsivo llanto, dejó atrás su opulenta mansión ante los ojos incrédulos de su mujer para ser introducido en un furgón policial.
El juez Miguel Ángel Torres ordenó su detención en la tumultuosa segunda fase de la «Operación Malaya» por untar, presuntamente, con 600.000 euros la abultada cuenta corriente de Roca como contrapartida por lo que pudiera ser un dudoso enjuague urbanístico -está todavía por demostrarse- relacionado con una obra ilegal en un local suyo del Paseo Marítimo de Marbella.
De la popularidad al desapego
Lo que sucedió después forma ya parte indeleble de la historia convulsa de la ciudad: las tres noches que pasó insomne y enrejado en los calabozos de Málaga hasta que se celebró la vista; el enrevesado culebrón que se montó en los programas del colorín con la carnaza de su rumbosa ostentación de nuevo rico; el desguace del vasto emporio inmobiliario acumulado en tiempo récord y desperdigado por toda Andalucía. Fue también la peor pesadilla jamás vivida por este megalómano que llegó a poner su cara al arcángel San Rafael en una plaza de Fuengirola.
Sacudido por el terremoto malayo, el custodio que se creía blindado por las buenas relaciones que había cultivado entre los poderosos, fueran del partido que fueran, se cayó uno tras otro de todos los pedestales. La noticia corrió como un relámpago. Y el «Rey Midas» del «oro hechura» perdió, de golpe y porrazo, todo su poder de encantamiento.
Las clases populares que antes lo asaltaban por la calle para pedirle trabajo, ahora cambian de acera. Son ya pocos los osados que aplauden en público su picaresca.
Con su credibilidad hecha trizas, los bancos y cajas le han cerrado el grifo, forzándole a devolver los millonarios préstamos. Ha inquietado a muchos de sus entregados trabajadores que han visto las barbas de su compañero puestas a remojo con los primeros despidos...
Aquel fatídico 27 de junio de hace un año, el «tigre» de Cañero dejó de rugir. Esposado y roto en un convulsivo llanto, dejó atrás su opulenta mansión ante los ojos incrédulos de su mujer para ser introducido en un furgón policial.
El juez Miguel Ángel Torres ordenó su detención en la tumultuosa segunda fase de la «Operación Malaya» por untar, presuntamente, con 600.000 euros la abultada cuenta corriente de Roca como contrapartida por lo que pudiera ser un dudoso enjuague urbanístico -está todavía por demostrarse- relacionado con una obra ilegal en un local suyo del Paseo Marítimo de Marbella.
De la popularidad al desapego
Lo que sucedió después forma ya parte indeleble de la historia convulsa de la ciudad: las tres noches que pasó insomne y enrejado en los calabozos de Málaga hasta que se celebró la vista; el enrevesado culebrón que se montó en los programas del colorín con la carnaza de su rumbosa ostentación de nuevo rico; el desguace del vasto emporio inmobiliario acumulado en tiempo récord y desperdigado por toda Andalucía. Fue también la peor pesadilla jamás vivida por este megalómano que llegó a poner su cara al arcángel San Rafael en una plaza de Fuengirola.
Sacudido por el terremoto malayo, el custodio que se creía blindado por las buenas relaciones que había cultivado entre los poderosos, fueran del partido que fueran, se cayó uno tras otro de todos los pedestales. La noticia corrió como un relámpago. Y el «Rey Midas» del «oro hechura» perdió, de golpe y porrazo, todo su poder de encantamiento.
Las clases populares que antes lo asaltaban por la calle para pedirle trabajo, ahora cambian de acera. Son ya pocos los osados que aplauden en público su picaresca.
Con su credibilidad hecha trizas, los bancos y cajas le han cerrado el grifo, forzándole a devolver los millonarios préstamos. Ha inquietado a muchos de sus entregados trabajadores que han visto las barbas de su compañero puestas a remojo con los primeros despidos...
...Uno de sus antiguos colaboradores, hace el siguiente vaticinio: «Hasta que no se falle el veredicto, todo lo que haga Rafael va a estar contaminado por la «Operación Malaya» y no va a levantar cabeza». «Nadie se va a fiar de él -prosigue-: los bancos y cajas, todos salvo uno (La Caixa), le han dado la espalda, e incluso cuando ha llegado el vencimiento de los préstamos le han obligado a devolver el dinero; no le va a ser fácil llevar a cabo los proyectos porque cualquier papel de Arenal 2000 que llega a un ayuntamiento es mirado con lupa, por delante y por detrás...
...Ha encrespado a numerosos poderes fácticos, que ahora reniegan de él con la misma determinación que una esposa despechada rompe las fotos de la boda. De la misma manera, ha sufrido la súbita desafección de cazadores de subvenciones y oportunistas de medio pelo que, con anterioridad, le habían dorado la píldora atraídos por el tintineo de su acaudalada caja registradora...
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Nota de tiojimeno:
La pregunta del millón ¿Cuando se entregarán las casas de Arenal 2000?
4 comentarios:
¿las casas de arenal? ni idea como todavia andan con el lio de ponerlas de proteccion oficial. Sigo sin explicarme como pueden ocurrir estas cosas...o sea hay gente que se compra un piso y que entrega cierta cantidad de dinero, que por lo que tengo entendido es bastante, alla por 6 o 7 millones de las antiguas pesetas, y de pronto se las quitan a esas personas y se supone que las "sortearan" para proteccion oficial NO LO ENTIENDO lo que pasa en este pueblo no pasa en ningun sitio
Algunos han ganado más de doce mil euros con la reventa, así que no todos se han ido descontentos...
Todo valía hasta que se acabo el apoyo de otras alturas.
esas no se precintan?.
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