OPINION DE JUAN ANTONIO VAZQUEZ

Hablemos de Gestión (con su permiso).
Un gobierno delegado, un gobierno a la deriva.

Una vez comprobadas las cualidades innatas del Sr. Beffa para participar en los debates de “Dolce Vita”, creo que es momento de recapitular y comprobar cómo su actitud no es más que un reflejo de la disciplina de partido.
Disciplina que, por otro lado, siguió pascual en el “debate” con José Antonio Castilla al pie de la letra. Daba igual lo que se le preguntara, él tenía un guión que seguir y lo siguió. En realidad creo que leyó la revista que luego repartieron, con lo que perdió incluso la originalidad.
Por eso, además de los chistes fáciles, de sus cartas de “opinión”, y sus cotilleos de barra libre, creo que muchos esperan saber qué ha sido de su gestión, y a ser posible algo más que una retahíla de promesas como la lista de la compra que nunca hacen.
Hablemos de gestión, si le parece, o de la falta de gestión, porque uno llega un momento que no sabe si el Ayuntamiento lo dirigen los Concejales o los “asesores” que luego desaparecen entre bastidores. Y digo esto porque gestionar es algo más que delegar, que al parecer es lo único que sabe hacer el PSOE de nuestro municipio. ¿Gente preparada?, ¿para qué?, ¿para llamar a un amiguete y firmarle un contrato?. Para eso no hace falta mucho.
Y esa ha sido la principal dedicación de nuestro Alcalde y su grupo de desgobierno: firmar contratos con terceros, dejar nuestro pueblo en manos de otros para luego contarnos aquello de “su amor por esta tierra”, “su trabajo incansable”, etc, etc, etc..
Si hay que gestionar el agua, ¿qué hacemos?, llamamos a Acgisa porque nos sale muy caro. ¿Y Acgisa es un centro de beneficencia?. Eso ya no se lo cree nadie, y menos cuando llegan los recibos.
Lo mismo hacemos con la basura, el PGOU, el Festival, los vigilantes, las obras municipales, y todo lo que se nos ponga delante para firmar. Algo muy lógico en quienes no se fían de su propia competencia, y por eso prefieren “delegar”. Y delegando se les pasa la legislatura, para que luego se les llene la boca diciendo “hemos hecho”, “hemos logrado”, y realmente lo único que han hecho es firmar talones para que otros hagan lo que debería gestionar un Ayuntamiento, eso sí, pasando una factura mucho más inflada por ello. Total, como lo paga el pueblo…
Su esperanza está en que siempre les quedará Papá Diputación o Mamá Junta para sacarles las castañas del fuego, y si el barco se hunde, que no cunda el pánico, seguro que quedarán sillones salvavidas en el Senado, o donde se tercie. Un lujo de gobierno que aún no sabemos a cuantos años ha hipotecado Jimena.