FERIA DE CASTELLAR
ROMERIA DE CASTELLAR
El buen tiempo acompañó
Viva el patrón de Castellar, viva el protector de los campogibraltareños". Con estas exclamaciones, el párroco de Castellar y la Almoraima, José Carlos Mellado, finalizaba la misa de domingo de romería y daba paso a que los hombres y mujeres de la Hermandad portaran a hombros la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima.
El predicador Antonio Jesús Rodríguez, párroco de Facinas y Tahivilla y el padre Francisco García Ruiz, el primer cura de Castellar Nuevo, acompañaron al padre Mellado en el acto litúrgico presidido por las fuerzas de seguridad, el alcalde, Francisco Vaca, y los concejales de la Corporación municipal y la presidencia de la hermandad.
En las primeras filas, las cortes infantil y juvenil siguieron con detenimiento la misa y pasaron más tarde a ocupar su sitio correspondiente en los coches de caballo para la procesión romera.
Mientras que las campanas repicaban de Gloria, una multitud ataviada con pañoletas marfil y tinto, colores escogidos este año por la hermandad, se dirigió a la salida del templo para acompañar a la imagen antes de ser alzada en el carro tirado por bueyes.
El Cristo de la Almoraima ha vuelto a sacar sus alhajas engalanadas en el faldón oro y carmesí. De nuevo también, la cabellera ondulada recuerda a la imagen originaria, después de que hayan pasado cuarenta años de que no presentaba este aspecto.
Ocho autobuses de vecinos llegados de diferentes puntos de la comarca desembarcaron en Castellar para cumplir sus promesas y mostrarle su fe al crucificado de la Orden de los Mercedarios Descalzos que llegó al Pueblo Nuevo desde el Convento San Miguel, hoy casa convento La Almoraima, hace 34 años.
Quince carrozas de romeros preparadas para marchar al Cerro del Moro cerraban la procesión que abrían los caballistas de la Asociación del Santísimo Cristo de la Almoraima que lucía este el nuevo estandarte que le ha entregado el Ayuntamiento, en honor a su décimo aniversario.
Después de hora y media de procesión, el Cristo de la Sangre volvió a su templo donde miles de flores se postraron a sus pies como recuerdo de otra colorida y primaveral romería en la historia de esta imagen devocional.
Una vez finalizada la procesión, el real de la feria volvió a ser protagonista con la celebración del tradicional concurso de sevillanas en la caseta municipal.
Era el momento de hacer valoraciones sobre los cuatro días festivos en el municipio. Así, el regidor castellarense, Francisco Vaca, se enorgullecía de que un año más la Feria de Castellar había sido el destino elegido por miles de vecinos y amigos de la comarca para este primer fin de semana completo de mayo. También subrayaba Vaca como el tiempo extraordinario había acompañado la marcha de los acontecimientos.
Del mismo modo aprovechó para felicitar por el trabajo a los empleados municipales, a los miembros de la comisión de fiestas, a las fuerzas de seguridad, a los efectivos de emergencia de la Cruz Roja y el Servicio Andaluz de Salud y a todas las asociaciones de la localidad que cada año, de forma desinteresada participan en los preparativos de estos cuatro días de programación continuada.
A la media noche, el espectáculo pirotécnico iluminó el cielo despejado y cerró el calendario de festejos. Hoy, lunes fiesta local, los chisparreros recuperan fuerzas para mañana, reanudar su actividad diaria.
El predicador Antonio Jesús Rodríguez, párroco de Facinas y Tahivilla y el padre Francisco García Ruiz, el primer cura de Castellar Nuevo, acompañaron al padre Mellado en el acto litúrgico presidido por las fuerzas de seguridad, el alcalde, Francisco Vaca, y los concejales de la Corporación municipal y la presidencia de la hermandad.
En las primeras filas, las cortes infantil y juvenil siguieron con detenimiento la misa y pasaron más tarde a ocupar su sitio correspondiente en los coches de caballo para la procesión romera.
Mientras que las campanas repicaban de Gloria, una multitud ataviada con pañoletas marfil y tinto, colores escogidos este año por la hermandad, se dirigió a la salida del templo para acompañar a la imagen antes de ser alzada en el carro tirado por bueyes.
El Cristo de la Almoraima ha vuelto a sacar sus alhajas engalanadas en el faldón oro y carmesí. De nuevo también, la cabellera ondulada recuerda a la imagen originaria, después de que hayan pasado cuarenta años de que no presentaba este aspecto.
Ocho autobuses de vecinos llegados de diferentes puntos de la comarca desembarcaron en Castellar para cumplir sus promesas y mostrarle su fe al crucificado de la Orden de los Mercedarios Descalzos que llegó al Pueblo Nuevo desde el Convento San Miguel, hoy casa convento La Almoraima, hace 34 años.
Quince carrozas de romeros preparadas para marchar al Cerro del Moro cerraban la procesión que abrían los caballistas de la Asociación del Santísimo Cristo de la Almoraima que lucía este el nuevo estandarte que le ha entregado el Ayuntamiento, en honor a su décimo aniversario.
Después de hora y media de procesión, el Cristo de la Sangre volvió a su templo donde miles de flores se postraron a sus pies como recuerdo de otra colorida y primaveral romería en la historia de esta imagen devocional.
Una vez finalizada la procesión, el real de la feria volvió a ser protagonista con la celebración del tradicional concurso de sevillanas en la caseta municipal.
Era el momento de hacer valoraciones sobre los cuatro días festivos en el municipio. Así, el regidor castellarense, Francisco Vaca, se enorgullecía de que un año más la Feria de Castellar había sido el destino elegido por miles de vecinos y amigos de la comarca para este primer fin de semana completo de mayo. También subrayaba Vaca como el tiempo extraordinario había acompañado la marcha de los acontecimientos.
Del mismo modo aprovechó para felicitar por el trabajo a los empleados municipales, a los miembros de la comisión de fiestas, a las fuerzas de seguridad, a los efectivos de emergencia de la Cruz Roja y el Servicio Andaluz de Salud y a todas las asociaciones de la localidad que cada año, de forma desinteresada participan en los preparativos de estos cuatro días de programación continuada.
A la media noche, el espectáculo pirotécnico iluminó el cielo despejado y cerró el calendario de festejos. Hoy, lunes fiesta local, los chisparreros recuperan fuerzas para mañana, reanudar su actividad diaria.
Mas información en el periódico EL FARO:
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