OPINION DE JUAN ANTONIO VAZQUEZ

No quiero pensar mal….

No quiero pensar mal del Sr. Beffa, porque por mucho que insulte a cualquier político de otro signo, probablemente no lo hace con mala intención. Él es así, tal como le han enseñado desde que le explicaron que la mejor forma de sacar un trabajito era cambiar de partido y sacarse el carnet, y no precisamente de conducir.
Por eso, probablemente no sea responsable de lo que dice, y el que lleve 20 años viviendo de nuestros impuestos no quiere decir que sepa aún cómo funciona la administración. Él sabe dónde tiene que llamar para conseguir un cargo político, dónde tiene que presionar para que sus compis le suban el sueldo, ha aprendido a gritar al estilo salsa rosa para que las masas le aplaudan aunque la mitad de lo que diga sean mentiras evidentes y la otra mitad se la invente sobre la marcha y, en definitiva, ha aprendido cómo vivir de los demás en lugar de para los demás, como debería hacer un representante público.
De esa forma no es raro que aún no se atreva a decirnos cuanto cobra en realidad y nos venga con lo que cobraba en el 2.002, pero es que desde entonces ha llovido mucho, y el IPC ha subido como un 16%. Sí, ya sabemos que a los pensionistas en general no les habrá subido tanto la paga, ¿pero a Beffa qué tal le ha ido?. Yo apostaría una cena a que ha sobrepasado ya los 70 mil euros, y encima irá por ahí hablando a los mayores de sus pagas…
Lo más descarado es que encima nos venga con que no cobra un euro del Ayuntamiento. ¿Y eso qué quiere decir?, ¿qué no le pagamos su sueldo entre todos?.
Vamos a ver, Sr. Beffa, no voy a pensar que es usted un mentiroso compulsivo por sistema, y le daré el beneficio de la duda, supondré que simplemente ignora quien le paga en realidad.
Dice usted que le paga la Diputación, y ¿allí cómo llegan los euros?, ¿los sacan con la fotocopiadora?. Pues no Sr. Beffa, siento desilusionarle, y los Reyes Magos tampoco le traen la paga extra, ni el ratoncito pérez sus dietas, no señor. Siento abrirle los ojos, pero los ingresos de Diputación también salen de los impuestos de todos los vecinos. Por eso, cuando alguien paga la contribución de su casa, o el sello del coche (sí, esos impuestos que tenemos por las nubes en Jimena, casi un 30% por encima que nuestros vecinos), están poniendo euros en su cuenta corriente. Entre todos pagan sus más de 60 mil euros anuales del 2.002.
Por tanto, Sr. Beffa, al subir su salario vampiriza aún más los maltrechos bolsillos de sus vecinos, aunque eso sí, a usted le seguirá llegando su paga igualmente sin altibajos trabaje o no. Por eso le pagan por un cargo en Cádiz mientras pasa todos los días en Jimena, que ya hay otros funcionarios allí cobrando bastante menos que hacen el trabajo.
Otro tema que le quería comentar, más que nada para ilustrar sus escasos conocimientos de la Administración Local, es la diferencia entre público y privado.
Una información es pública cuando puede y debe ser del conocimiento de todos, y privada cuando ocurre justamente lo contrario, es decir, que no debe ser conocido por todos si la persona a la que se refiere no lo quiere así.
Una vez aclarado este concepto, le ruego lo aplique a las declaraciones obligatorias de los Concejales, que en ningún caso incluyen sus ingresos por actividades privadas, motivo por el cuál nadie se quejará ni recurrirá (salvo de boquilla en algún Blog) el que no consten mis ingresos privados en una declaración al Ayuntamiento.
A poco que se lea la Ley de Bases o el ROF, verá que los ediles al entrar en la Corporación Municipal deben hacer una declaración de bienes e intereses, que incluye en el apartado de bienes sus inmuebles, vehículos, cualquier tipo de inversión en fondos y similares, etc. Ese apartado, el de bienes, es privado aunque conste en la declaración, por lo que para acceder a él debe justificarse el interés legítimo del solicitante. La otra parte, la de intereses, es pública y quien lo solicite puede acceder a ella, e incluye las actividades profesionales o empresariales de los ediles. Entiendo que esta declaración es, sobre todo, para comprobar posibles incompatibilidades con su actividad en el Ayuntamiento, pero no incluye en ningún caso qué ingresos les reporta. ¿Qué interés cree que puede tener para la Corporación o el público en general cuánto ingrese una persona por su trabajo ajeno a la actividad pública?, ¿para cotilleo general?. Pues creo que alguno seguirá con la incógnita.
En el caso de un trabajador como yo, si no hago bien mi trabajo, ello repercute en mis ingresos porque dependo de mis clientes, pero en el suyo como cargo político, por más que su labor sea desastrosa sigue cobrando lo mismo a fin de mes. ¿Entiende la sutil diferencia?. Pues por eso su salario es público y el mío no.
Eso sí, la parte de mis ingresos que sale de las arcas públicas si es pública, y puede usted soltarla a los cuatro vientos para que todos sepan lo bien pagados que estamos los ediles de la oposición, ¿o eso no le interesa?. Además, no hace falta que yo la declare porque, como usted debería saber, la Ley 30/92 exime de presentar documentación que ya conste en la administración, y mis nóminas, lógicamente, están en el Ayuntamiento. Así que a ver si se atreve y paga ese cheque de verdad con lo que consta en el Ayuntamiento que percibo, que no es que sea un capital, la cifra anual no llega a lo que Pascual cobra en un mes, por ejemplo, pero seguro que dará para algún detalle a quien se acerque. Eso, claro está, si cumplen con su palabra y no hay letra pequeña, cosa harto difícil.