COMENTARIO PARA TIOJIMENODIGITAL.. DE CURRINI
Para llamar a este sujeto tan maravilloso, los niños de la época nos encargábamos de darle empujoncitos y tirones a nuestros dientes todos los días hasta que lo poniamos de aquella forma que llamábamos “campana” y terminábamos dándole el último apretón tras el cual lo liábamos en un papelito que entregábamos con gran ilusión a nuestras madres que lo colocaban debajo de la almohada.Yo tuve la suerte de que mi madre era muy especial para estas cosas y con gran cariño me hacía soñar hasta el límite, porque aunque yo iba unas cuarenta veces a la cama y miraba debajo de la almohada, nuestro Ratón Pérez, sólo venía a mi casa cuando estábamos profundamente dormidos y era a la mañana siguiente y al despertarme y mirar, cuando el corazón me daba un vuelco de alegría y veía aquella taleguilla repleta de aquellos caramelos tan buenos que había entonces y el montón de pesetas rubias con algunas que otras de un real, dos reales, perras gordas y perras chicas y que yo estaba seguro que estas últimas las traia el ratón de parte de mi abuela Isabel porque era lo único que manejaba.Como yo creo que supe transmitir a mi hija esta idea del Ratón Pérez, no dudo que con mi nieto pasará lo mismo y tanto su abuela como yo nos encargaremos de poner nuestro granito de arena para que nuestro Carlos sepa disfrutar de la ilusión intensa de mirar debajo de su almohada e idealizarse las audacias que ha de acometer nuestro héroe imaginario para traerle las chucherias y alguna que otra moneda o billetillo porque no debemos caer en el error de convertir este hecho tan significativo y tradicional en lo que sucede ahora con los regalos masivos de juguetes innecesarios y que los niños ya ni valoran para nada.Estoy seguro que mi nieto está ahora en el colegio enseñando la mella a todos los compañeros y diciendo que el Ratón Pérez vendrá esta noche a traerle caramelos y dinero como lo hemos hecho todos y hasta se equivocará en sus trabajos porque su imaginación estará idealizando al personaje que nos ocupa.
Una vez más, sirva pues, esta reflexión mia para recordar a los abuelos y padres que la idea del Ratón Pérez no debe perderse y hay que fomentarlo para que entre en los corazones de nuestros “peques” porque les enriquecerá su espiritu soñador que en definitiva es lo que importa, porque para desengaños de la vida ya tendrán tiempo.
Un fuerte abrazo.
Currini
2 comentarios:
Ricardo : Gracias. me ha encantado como lo has puesto. Tienes recursos `para todo. Un abrazo.
Se me olvidaba acabo de darle un "repasillo" a Mayte en mi Blog para ver si trabaja y lucha más. Hasta luego.
Es genial. Me he transportado por unos momento a ese gran mundo de ilusión que siempre me gustó tanto del "ratoncito perez".
Gracias
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